
¿Qué es el tequila añejo?
El tequila añejo se caracteriza por su maduración prolongada en barricas de roble, donde adquiere un color ámbar profundo y un perfil de sabor sofisticado. Mientras se mantiene en reposo, el tequila se transforma, poco a poco absorbe las características de la madera, y se integran notas de vainilla, caramelo, y especias que complementan el dulzor natural del agave.
Diferencia entre tequila reposado y añejo

El tequila reposado y el tequila añejo pasan tiempo en barricas, la diferencia clave radica en la duración de su maduración:
- Tequila reposado: Se madura entre dos meses y un año, lo que le otorga un sabor equilibrado con notas frescas de agave y un ligero toque de madera.
- Tequila añejo: Su envejecimiento de uno a tres años permite desarrollar sabores más complejos y robustos, con una mayor integración de los matices de la madera y una textura más suave en boca.
El tequila añejo es ideal para quienes buscan un perfil sofisticado, mientras que el reposado posee un balance excelente. El tequila añejo satisface los paladares más exigentes que disfrutan de una bebida con cuerpo y matices profundos.
Dobel Añejo: una obra maestra del tiempo

Notas de cata:
- A la vista: Un ámbar oscuro con destellos dorados y tonos cobrizos que sugieren su riqueza y profundidad.
- En nariz: Aromas elegantes de madera tostada, vainilla y caramelo quemado.
- En boca: Un sabor envolvente, con un perfil amaderado, suave y cremoso con notas de frutos secos y vainilla. Su final es prolongado y armonioso, dejando una sensación de fruta madura y agave cocido que destaca su complejidad.
Una demostración de versatilidad
Su refinamiento y sabor lo convierten en un referente de lujo y sofisticación en la categoría de tequilas añejos.
